
Dios se suele valer de gente común y corriente en circunstancias comunes y corrientes para manifestar un amor de dimensiones absolutamente fuera de lo corriente.
Cuanto más llevamos a la práctica el amor de Dios, más se robustece, más se hace carne en nosotros y más se refleja en nuestras acciones y reacciones.
[Spanish: Compelled and Propelled]