Hace poco me vino a la memoria el versículo: «Aguarda al Señor; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera al Señor» Salmo 27:14. Me llevó a meditar sobre lo prudente que es esperar a que Dios disipe la niebla en vez de precipitarnos a tomar decisiones cuando no distinguimos bien lo que hay delante. Con el tiempo las cosas empiezan a discurrir por su cauce y logramos ver el camino con mayor claridad.
[Spanish: In a Fog]