De niños nos conocíamos todos los caminos de la montaña. Una vez, durante una de las largas caminatas que hacíamos, me sentí cansado. “No puedo más”, dije. “Estoy muy cansado.”
Mirándome, mi padre me dijo: “Imagina que has llegado. Proyecta tus pensamientos viéndote allí.”
En el momento no entendí, pero ahora sí entiendo. Proyecta la idea del éxito, y habrás ganado la mitad de la batalla.
[Spanish: Lessons for a Simpler Life]