
Una fe que simplemente acepta es una fe infantil. Aunque resulta apropiada para los niños, en algún momento uno tiene que crecer en el aspecto espiritual.
Con una fe ciega, no hay manera de mantener una postura firme. Hay que contar con una fe conocedora que proviene del entendimiento. “Por la fe entendemos…” Hebreos 11:3
[Spanish: The Battle of Faith]